domingo, 26 de enero de 2014

El cine como accesibilidad a la población con discapacidad visual




Presentado por:
Germán Fernando Díaz Cruz*
Gestor cultural y audiovisual. Ha hecho parte de proyectos como Cine para ciegos y Cine en las Cárceles, realizado por el Festival de Cine de Bogotá. 


“La verdadera inclusión de las personas
con discapacidad se logra cuando tienen acceso pleno,
total e independiente a todas las manifestaciones
culturales de la sociedad”
 Luis Guillermo Torres.



Braille
Fuente: www.lahuelladigital.com 



El proyecto que a continuación se presenta, busca llevar el cine como herramienta a una población que ha estado al margen del Cine para Ciegos, como son las personas con discapacidad visual. Para ello es preciso convertir las películas al formato audio-descripción. Como prueba piloto se hizo una experiencia en la 29 versión del Festival de Cine de Bogotá en el año 2012, con la película El Gallo de Oro del director Roberto Gavaldón. Este año 2013 se realizó un proceso similar con la película La Estrategia del Caracol del Director Sergio Cabrera, proceso que contaré en detalle más adelante.

El Cine para Ciegos es una de las formas y herramientas más interesantes de ampliar y generar espacios de esparcimiento cultural en núcleos olvidados de nuestra sociedad, es una herramienta que permite recuperar y activar la memoria en las personas con discapacidad visual, y por lo tanto merece un lugar especial en nuestras reflexiones. Sin embargo, hay varias incógnitas en torno a si las personas con discapacidad visual, tanto jóvenes, adultos y mayores saben qué es el Cine para Ciegos.

¿Existe el Cine para Ciegos en nuestro país? Estarán interesados en ello y si lo relacionan de alguna forma con el valioso material audiovisual disperso en las diferentes generaciones que han acompañado el devenir audiovisual de nuestro Cine Colombiano. ¿Qué tanto puede contribuir el Cine para Ciegos a las personas con discapacidad visual desde el punto de vista cultural y de entretenimiento?
Por ello, el problema que se considerará será la inclusión de las personas ciegas al cine y la valoración que tienen jóvenes, adultos y mayores a la accesibilidad del Cine y de forma muy especial a sus imágenes, las del Cine Colombiano.


El gallo de oro, Roberto Gavaldón, México 1964.
Basado en un cuento de Juan Rulfo con guión de Carlos Fuentes
y Gabriel García Marquez
Fuente: http://cinetecanacional.tumblr.com/post/26437054456/el-gallo-de-oro-de-roberto-gavaldon-en-el-ciclo 


En Colombia la producción de Cine para Ciegos no existe, podríamos indicar que existe un número reducido casi nulo de estas producciones, generalmente son para un ámbito académico o personal, ya que el público en general no conoce de esta herramienta de la audio-descripción. Aún no existe la accesibilidad, que las personas con deficiencia parcial o total no pueden frecuentar espacios de esparcimiento cultural o cineclubes, o muestras estudiantiles o visitar Festivales de Cine, sin un acompañante que les ayude a describir la obra audiovisual.

Por este motivo y siguiendo con lo anterior, se realizó por primera vez en el año 2012 en la vigésima novena versión del Festival de Cine de Bogotá, una función muy especial con el formato de audio-descripción para personas con discapacidad visual en Bogotá.
Es fundamental señalar que este sistema de audio- descripción se basa en una descripción puntual y minuciosa de personajes, situaciones, acciones, paisajes, gestos, vestuario y circunstancias que ocurran en la escena, facilitando así la total comprensión de la película en las personas con discapacidad visual. 
Por ello es importante preguntarse por el interés que pueden tener los jóvenes, adultos y mayores en este tipo de Cine para Ciegos, relativamente novedoso en nuestra capital bogotana. Es cierto que hace falta más aproximación a este tipo de producciones, y sobretodo crear una cultura cinematográfica en las personas con discapacidad visual, pero esta iniciativa está destinada a propiciar el cine no solo como forma de expresión artística, sino también que acudan al cine como una propuesta de integración.
En general, el cine sigue siendo un territorio prácticamente vedado para las personas con discapacidad visual, en Colombia la población está integrada por 1.143.992 personas ciegas y con baja visión, el 82% vive en condiciones de pobreza, menos del 1% de las personas ciegas y con baja visión acceden al cine. Por este motivo se entiende que el ocio debe ser tenido en cuenta como aproximación a una cultura cinematográfica, escogiendo películas de nuestro patrimonio fílmico, además de filmes de reciente estreno colombiano.

Por lo que ha mostrado una búsqueda inicial, no parece haber antecedentes de este tipo de sistema de audio-descripción en producciones colombianas, y ninguno de este tipo de estudios en Bogotá en el que se trata de hacer un sondeo. Se justifica entonces realizar un programa de audio descripción con las mejores películas colombianas, que con esta difusión se entienda en principio que las personas invidentes miren primero nuestro propio cine, nuestra memoria audiovisual además de difundir el sistema de audio-descripción en cortometrajes, largometrajes, documentales, y animación, además de trabajos estudiantiles que se ofrezcan para este sistema de audio-descripción, proporcionando a las personas con discapacidad visual un sistema de apoyo que suministra una información sonora que explica y describe la obra audiovisual, para que así sea comprendida, de la forma más parecida a como lo percibe una persona que ve.

El Festival de Cine de Bogotá tuvo el primer acercamiento a la realización y el proceso que aconteció, eventualmente ofreció los escenarios, motivando la primera experiencia de Cine para Ciegos en la Cinemateca Distrital en el año 2012, con una película basada en una historia de  Juan Rulfo, con guión de Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, es el Gallo de Oro de Roberto Gavaldón (México, 1964)
Si bien es cierto no es una película de producción colombiana, pero su relación se debe a un merecido homenaje que el Festival de Cine de Bogotá realizo a Gabriel García Márquez. Es notable también indicar, que esta primera experiencia de Cine para Ciegos, se logró también en alianza con el Instituto Nacional para Ciegos, en la cual se obtuvo un afiche en braille del afiche oficial del Festival diseñado por el Maestro Nadin Ospina. Además del conversatorio “Como ir a cine con una persona ciega”, después de la película, esta  primera experiencia tuvo como resultado, una búsqueda en desarrollar en las siguientes funciones de Cine para Ciegos, un espacio alternativo como Cine-Club.

Siguiendo con lo anterior, el interés particular que el Festival de Cine de Bogotá pretende  visibilizar  y mantener es: un espacio alternativo de socialización, interacción y reflexión como Cineclub Accesible; un espacio que además cumpla con las condiciones técnicas, donde de forma activa se incorpore las personas con discapacidad visual a valorar el cine como fuente de información y conocer a través del Cine Colombiano situaciones, personajes, contextos, además de compartir su tiempo libre con familiares y amigos.

Para ello es importante preguntarse el interés que pueda generar dicho espacio, entiéndase  como el intercambio de opiniones, deseos, puntos de vistas, gustos, situando en común personas con discapacidad visual, que puedan ejercitarse en el análisis y critica en torno a las diferentes películas, porque si bien es cierto es lo que se necesita y se busca como objetivo fundamental para el desarrollo del Cine para Ciegos, es la participación activa para los niños, las niñas, los adolescentes, todos los estudiantes, todas las personas ciegas y con baja visión, que puedan acceder en igualdad de condiciones, además de estimular una crítica audiovisual.

Entiéndase una crítica audiovisual como la generación de conocer nuestra identidad cinematográfica en las diversas tendencias que han enriquecido e influido nuestro Cine Colombiano. Si bien es cierto el cine hoy, es una herramienta que reconocemos se ha convertido en una industria y en un medio de comunicación, donde existen diversos lenguajes audiovisuales, dignos de reflexión, que compaginan una serie de elementos, es un espejo que si bien nos refleja ciertos rasgos culturales de cada sociedad, y depende de cada contexto cultural a través del lenguaje cinematográfico y así ser recibido por uno o muchos receptores, este cine como herramienta puede convertirse en Accesible, incluyente, y sobre todo de integración hacia una comunidad invidente y vidente, posibilitando así el intercambio de aprendizajes y retos que puedan desarrollarse durante el transcurso de la accesibilidad en el Cine.

Ahora bien, en efecto, es necesario comprender que el proyecto de Cine para Ciegos, se puede con la búsqueda y gestión de entidades y fundaciones que tengan como misión participar en la integración y articulación de las personas con discapacidad visual, así facilitando también la consecución de recursos, motivando a hacer múltiples funciones en pro de un Cine-Club Accesible, además de buscar la posibilidad económica de hacer funciones en diferentes ciudades, pueblos, municipios, entre otros. En este orden de ideas cabe señalar, que la obtención de patrocinios está ligada también al pago de derechos de las distintas películas, la exhibición en DVD y la presencia del Festival durante cada evento, además de otros recursos que pueden ser gestionados.


La estrategia del caracol, Sergio Cabrera, Colombia, 1993
Fuente: www.proimagenescolombia.com 

Ahora explicaré en breve el proceso con la adaptación realizada a la película La Estrategia del Caracol en el formato de audiodescripcion, se escogió esta película por dos razones; cumple 20 años desde el momento de su estreno, con un merecido homenaje que el Festival realizó a la Película en los 30 años del Festival de Cine de Bogotá; la segunda razón, esta película se encuentra en el imaginario del pueblo colombiano, es decir, es una película vigente después de 20 años de su estreno, es un film que ha quedado como una joya del Cine Colombiano, un cine de calidad con éxito de taquilla.

Si bien es cierto, en este proceso se logró la consecución de recursos, la búsqueda de patrocinadores, que es el terreno que fortalece este tipo de iniciativas, donde se habla en términos prácticos de costos,  presupuesto de la realización y ejecución y sobretodo de la implementación que dan como garantía promover la participación de personas ciegas y con baja visión y sus organizaciones. En este sentido es de resaltar las alianzas con el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) y con el Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC), que de acuerdo con la primera experiencia como proyecto piloto del Gallo de Oro, la película de La Estrategia del Caracol de alguna manera despertaba más curiosidad en fundaciones e institutos especializados, favoreciendo en alianzas y visibilizando este proyecto en la comunidad invidente. De esta manera el Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC), se interesó en el proyecto, continuando con la responsabilidad de promover la inclusión social, y fomentar el acceso a la cultura y sobretodo generando una mayor afluencia de la comunidad invidente. Ahora bien, es necesario comprender que al finalizar la película de La Estrategia del Caracol se realiza un foro de integración en búsqueda de opiniones, inquietudes, dudas y sobre todo un énfasis en la reflexión y análisis entorno a la película.

Siguiendo con lo anterior, es necesario contar en detalle, además de lo anteriormente mencionado, con respecto al público que asistió a la función de la Estrategia:
Poca, casi nula asistencia de jóvenes invidentes
Mayor asistencia de un público mayor de edad invidente
Completa asistencia de público vidente
Esto en gran medida puede dar un precedente del público participante en la función, además de acuerdo a esto, podemos analizar en esta segunda función, la interesante participación de un público vidente, si bien es cierto el objetivo es la integración como instrumento social con estas películas tanto de público invidente como vidente, podemos decir que fue satisfactorio, pero también causa curiosidad la nula asistencia de un público joven de invidentes, y un porcentaje más alto de público invidente mayor de edad en la sala de cine.
¿Porque sucedió esto?
Si bien es cierto podemos dar un comentario del porque sucedió esto, dando así unas razones que nos ayuden a entender esta experiencia en la película La Estrategia del Caracol.
Después de finalizada la película y el foro, tuve una breve conversación con la persona de prensa del CRAC y del INCI, me comentaban del entusiasmo de seguir con este proyecto divulgando la inclusión al cine en personas con discapacidad visual, pero además de los inconvenientes o más bien del proceso que se debe realizar a largo plazo; el público invidente joven no conoce este formato de audiodescripcion en películas colombianas, el público de mayoría de edad conoce la audiodescripcion por películas de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), un organismo gubernamental que ha construido un sistema de prestación social a personas con ceguera o discapacidad visual alrededor del mundo, películas que han llegado a nuestro país, pero que tienen serios inconvenientes puesto no tienen imagen y la traducción es en dialecto español de España, lo que afecta a la persona ciega, recordemos que no solo existen ciegos con ceguera total, sino también ciegos con baja visión que diferencian formas, colores y tamaños, y al no tener imagen una película, el ciego con baja visión no disfruta de la misma.
Entonces según esta información y además de los comentarios del público el día de la función, pero sobretodo de nuestras alianzas del CRAC Y EL INCI, las personas ciegas se sienten excluidas de la sociedad, como descartadas por no tener garantizados sus derechos al avance de las tecnologías del entretenimiento, donde el nivel de población invidente vive en condiciones de pobreza y sin accesibilidad a espacios entre muchos otros como; una Sala de Cine, sumado a esto parte de la población con discapacidad visual no conocen de esta herramienta de la audiodescripcion en películas colombianas.

Esto se traduce en la pérdida de su autonomía como personas, de su potencial como integrantes de la sociedad, y la no participación plena en acceder al entretenimiento. Los problemas asociados a las personas con ceguera total o baja visión, no se resuelven con el aprendizaje de braille y el bastón para poderse movilizar, sino continuar en divulgar y promocionar este tipo de iniciativas, crear ese medio y formas para informar, comunicar y acceder al entretenimiento que es lo finalmente nos interesa como Festival de Cine de Bogotá para el progreso  y que responda a las necesidad de la comunidad invidente y con baja visión.

Es de subrayar que el proyecto de Cine para Ciegos hace un énfasis en nuestro cine, un cine que finalmente sin importar los inconvenientes es nuestro, es nuestra identidad audiovisual y es nuestro cine el que debe imperar por razones netamente de apoyo y debe adaptarse al formato de audiodescripcion, es tomar en cuenta a los productores y directores de épocas de FOCINE, y que ahora con el devenir de los años, se constituyó en Proimágenes  y en el fondo para el desarrollo cinematográfico (FDC) del Ministerio de Cultura. Un cine que está en los anaqueles de la Fundación Patrimonio Fílmico, un cine que está en la biblioteca especializada BECMA de la Cinemateca Distrital, un cine que está desde 1925- y  continua con vigencia y presencia nacional e internacional.

Esta es la reflexión que tenemos, ejercicio que se debe aglutinar con el poder de la gestión, un especial énfasis de estas herramientas de integración, inclusión a nuestras manifestaciones culturales. El cine como herramienta de ser accesible para personas con discapacidad visual, una relación cine-espectador, un medio de comunicación de masas, factor determinante que influye y modela al espectador, pues el cine ha actuado como un modelo conformador de actitudes y estilos de vida, marcando nuestras pautas de comportamiento y tendencias estéticas del ser humano.

Bibliografía:

-       J. Aumont, A.Bergala, M. Marie, M. Vernet. Estética del Cine. Capitulo las condiciones de la ilusión representativa. Editorial Paidos comunicación, París 1983 págs. 228-232
-       J. Aumont, A.Bergala, M. Marie, M. Vernet. Estética del Cine. Capitulo el lenguaje cinematográfico. Editorial Paidos comunicación, París 1983 págs. 159- 167.
-       Cuadernos de Cine colombiano. Investigación e historiografía. Recepciones contemporáneas de la imagen cinematográfica. Editorial nueva época, págs. 25-34.

Referencia páginas:
-       Senador Carlos Ferro Solanilla. Ponencias Acceso TIC para Ciegos. Recuperado de  http://www.carlosferro.com/actividad-legislativa/ponencias#.UnXwknBLMec.
-       Instituto Nacional Para Ciegos. (INCI). Colombia. Área Misional, INCI. (Consulta: miércoles 23 de octubre 2013). Actualización disponible en  http://www.inci.gov.co/ç
-       Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos. (CRAC). Colombia.  Resultados de Gestión, CRAC. (Consulta: miércoles 23 de octubre 2013). Actualización disponible en http://www.cracolombia.org/
-       Organización Nacional de Ciegos Españoles. (ONCE). España. Servicios Sociales, ONCE. (Consulta: miércoles 23 de octubre 2013). Actualización disponible en http://www.once.es/new


Los actores de formación de la Universidad de Antioquia y La vendedora de rosas de Víctor Gaviria.



Luisa Fernanda Santamaría*
*Actriz, Maestra en Arte Dramático egresada de la Universidad de Antioquia y actualmente haciendo la Maestría en Escrituras Creativas - énfasis Guión Cinematográfico de la Universidad Nacional (Sede Bogotá).

La vendedora de rosas, Víctor Gaviria, 1998
Fuente: www.proimagenescolombia.com 


Quiero hablar sobre un tema que encontré al asistir a la Catedra Cinemateca, la película La vendedora de rosas de Víctor Gaviria la cual comentamos en una sección de debate, para la cual había que leer escritos, documentos y entrevistas sobre el tema, momento que me motivó muchísimo a escribir este ensayo. En él quiero llegar a una conclusión, examinando el proceso de mi experiencia como actriz de formación y el proceso de los actores naturales de La vendedora de rosas.

Cuando me presenté a la carrera de Teatro en la Universidad de Antioquia, para poder pasar, primero me tocó realizar un examen de inducción que duro quince días. Allí había pruebas de cuerpo, voz, canto, aptitud y actuación. La prueba de actuación consistía en presentar un fragmento de una escena que el jurado le asignaba a cada participante. Todos los días se entrenaba el cuerpo y la voz, alrededor de tres horas para después pasar a realizar las pruebas. Fue muy agotador,  pero mi motivación era más fuerte que los cansancios del cuerpo, ya que cuando decidí estudiar Teatro, abandoné una primera carrera que no me satisfacía. Entonces sabía que me estaba jugando el destino de mi vida. En mi infancia y durante mi adolescencia  había perdido varios seres queridos como mi padre y mis dos abuelos, suceso que me marcó para siempre; este fue mi motor principal para someterme a tales pruebas. Finalmente  las pasé, pero no había pasado como tal a la carrera, pues faltaba hacer el Preparatorio que duraba seis meses. Sólo después de superar esta fase, según los jurados, comenzaba la carrera de teatro.
Inicié el preparatorio y por suerte me dio clase un profesor que se llama Elkin Holguín, fue muy interesante porque trabajamos la parte emocional en la creación; era un preparatorio muy estricto, pues las clases comenzaban a las seis y media de la mañana y se terminaban a las ocho de la noche y a veces programábamos ensayos hasta las diez. Sus clases de actuación siempre comenzaban con el calentamiento del cuerpo; además veíamos otras materias como Taichí, Expresión corporal, Música y rítmica, Técnica vocal, e Historia del teatro. La prueba final la presenté con una compañera y montamos una obra con los momentos más dolorosos de nuestras vidas. El trabajo fue bastante complejo pero contamos con el acompañamiento y la asesoría del profesor, quien además nos enseñó muchos códigos y conceptos para llegar a la puesta en escena de todos esos sentimientos y emociones a través de imágenes poéticas. Finalmente después de tener listo el ejercicio, se presentó al jurado y al público.
Una vez me avisaron que había pasado a la carrera de Teatro, comencé el primer semestre, en donde aprendí lo que era una acción dramática. Allí no se trabajaba a partir de nuestras historia personales, leíamos a Stanislavsky y demás autores para comprender la teoría y después la practicábamos en la escena.
Ya en el segundo semestre vi Situación, en el tercer semestre Estructura, en el cuarto semestre Improvisación, en el quinto Personaje, en el sexto Nuevas Tendencias, en el séptimo Montaje y en el Octavo Proyección.

En el semestre de Montaje, construimos la obra Telaraña de Eduardo Pavlovsky, que escogió la directora. El tema de la obra eran los conflictos entre madre e hijos y la ausencia del padre. Esta obra fue creada a partir de nuestras búsquedas personales; era un trabajo experimental y con acciones de carácter fuerte y realista al tratar un tema o un problema que inmiscuía a cualquiera persona en  la sociedad. Para este montaje final con el que terminaba la carrera se contaba con un equipo técnico: director, diseñador de escenografía, diseñador de maquillaje, diseñador de vestuario, luminotécnico y un músico que compusiera la  música para la obra de acuerdo con la atmósfera y lo que se quería transmitir en cada escena. Ya en el octavo y último semestre, llamado Proyección, presentábamos la obra Telaraña durante una temporada de seis meses, adentro en la Universidad y en diferentes teatros de Medellín como:

Caja Negra, Hora 25, Porfirio Barba Jacob y en diferentes Festivales Universitarios de Medellín, en el Festival Internacional de Teatro en la ciudad de Manizales, el XVI Festival Interuniversitario de Teatro en la Alianza Francesa, XVI Festival Interuniversitario de Teatro en la Casa de la Cultura de Rionegro, Festival Municipal de Teatro en Sabaneta, Festival Municipal de Teatro en Caldas y en dos Festivales de Bogotá: el Festival Internacional Mujeres en Escena por la Paz y el Festival Alternativo. Después de todo este proceso y una vez terminando el proyecto de grado que era parte del trabajo actoral, me pude graduar, recibiendo el título de Maestra en Arte Dramático. Ya se suponía que estaba lista para actuar.



La vendedora de rosas, Víctor Gaviria, 1998
Fuente: www.proimagenescolombia.com 

Aprender todos estos elementos como herramientas en la actuación es muy útil e importante pero también existen otros caminos como es el de los actores naturales, tal como se ve en la película La vendedora de rosas, en donde se comienza un proceso también de rigor y de mucho compromiso, pero en el cual se crea partir de lo experimental: los actores no conocen a primera instancia el guión, no conocen técnicas, pues ellos son los personajes; por tanto no deben aprender gestos y lenguajes, ni construir partituras de movimiento, pues ellos son el material que el director debe saber poner a actuar. Es un proceso que busca conceptos y estos guiarán la intuición del equipo técnico, pues el guión de la película se construye simultáneamente en el proceso de casting y ensayos, los personajes resultan también durante las improvisaciones en donde los actores narran sus vivencias e historias y estos relatos arrojan los lugares, los textos y los conceptos de la película. Y si un actor en su entrevista da características para el personaje principal o ya sea que les falte poner más intensidad a otros personajes lo adoptan de allí. Los conceptos se abstraen en la mayoría de los casos de frases o dichos populares que los niños de la calle expresan en determinada anécdota. He aquí lo valioso de los personajes narradores que cuentan pero al mismo tiempo hablan de lo que son y de esta forma inconsciente ya están actuando.

Quería hablar de los actores de formación y de los actores naturales no sin antes hacer una lista de lo que debe uno aprender en la escuela para poder simplemente actuar, pues no quiero decir que un camino está mal o el otro bien. Lo que quiero es hablar del rol social que cumple el actor, independiente de si logra ser una persona exitosa. Obviamente cuando uno entra a la Universidad ocurre un cambio y este es debido al entrenamiento constante, pues el ideal es el llegar a ser el actor perfecto en el sentido de que no puedes tener vicios, debes cumplir con los horarios, ensayar los parlamentos y aprender las partituras de movimiento. Son técnicas que te hacen dejar de vivir, de conocer a otras personas, te aíslan de la realidad a tal punto que logras creer que de esta profesión se puede vivir y que con ella vas a solucionar los conflictos sociales del país.

En cambio los actores de La vendedora de rosas continuaron su realidad, unos continuaron viviendo en las calles y a otros los mataron y la protagonista terminó en un final que no es propiamente de cuentos de hadas, a pesar de que se vuelven momentáneamente famosos y son vistos por muchos directores y gente importante del medio. A lo que quiero llegar es a que mientras a nosotros los actores de formación nos mantienen aislados y nos quitan nuestras vidas reales dizque para poder ser otros, hay trabajos como La vendedora de rosas, donde el actor se mantiene cerca de su realidad, sabe qué pasa a su alrededor y no se está inventando un mundo fantástico.

Porque después de que uno se gradúa como actor de la Universidad de Antioquia y sale al mundo real a buscar oportunidades, se da cuenta de que en Colombia no existe ese mundo fantástico, el de poder ejecutar el arte como parte esencial de la humanidad, finalmente se da uno cuenta que salvar el mundo a través del arte es muy difícil, pues hay que estabilizarse primero en todos los sentidos para poder proponer y es esa la dificultad que se  presenta no solo en los actores de formación sino también en los actores naturales, nos demoramos bastante para alcanzar la estabilidad, debido a nuestra realidad, a nuestro entorno y si le sumamos a eso la mala concepción que las familias tienen con el ser actor, pues siempre están presionando, quieren verlo a uno en la televisión, en la pantalla grande y  nuestras búsquedas personales son indiferentes a ese sueño que la sociedad idealiza en un actor y que todo el sistema presiona para que vean que lo importante de ser actor es lograr conseguir la fama, el reconocimiento e ignoran que detrás están otros valores más importantes que el llegar a ser famoso, como es el poder pensar positivamente en medio de un país tan violento como el nuestro, querer ayudar, ser sensible ante el dolor ajeno, ser una persona humana que siente y que no es capaz de hacer daño, este es uno de los grandes valores, además de poder cultivar en la sociedad  valores que se han perdido por el a fan de conseguir dinero.

Otra parte que se desconoce o que no se tiene en cuenta es el origen del teatro y de los actores, que esta práctica artística nace en nuestro país más que todo es en los barrios para beneficiar personas de escasos recursos que desean soñar y plasmar y transmitir todos sus sentimientos a la sociedad a través de la expresión artística o en otros casos son jóvenes que están metidos en bandas, que viven en las calles, que tiene un mal hogar, que sus padres son violentos y encuentran en el teatro en la actuación, un lugar o un refugio en donde pueden pensar y sentirse diferentes, en donde pueden cambiar su forma de habitar  el mundo y estas búsquedas personales son mucho más valiosas que ser famoso, no solo la forma o lo exterior es lo que importa en el oficio de la actuación, también los objetivos personales son vitales para que cualquier ser humano pueda ser feliz y ser digno de su realidad, independiente de cual le haya tocado vivir.

 Bibliografía
-       Gaviria, Víctor, Como poner actuar pájaros, Colombia, 1998. (Detrás de cámara de La vendedora de rosas)
-       Zuluaga, Pedro Adrián. Entrevista a Víctor Gaviria, Carlos Henao y Diana Ospina.
-       Osorio, Oswaldo. El actor Natural siempre lleva su vida a cuestas. Entrevista con Víctor Gaviria”, por Oswaldo Osorio. Revista Kinetoscopio # 81. Diciembre de 2007