Presentado por:
Andrés Franco*
*Actor y realizador independiente de Cali,
radicado en Bogotá. Ha participado en proyectos de teatro, cine y televisión.
Actualmente edita su primer documental, basado en su propia familia.
Participante con el filminuto <El performance de los maniquíes
traquetos> en la Bienal de videoarte de Washington D.C año
2010. http://youtu.be/jDyqIJ-7Q0o
Imagen de Adolfo X. Fuente: http://vimeo.com/adolfox |
Conocí personalmente a Adolfo X, en un evento
audiovisual de Bogotá. La verdad, en un principio no produjo en mí, ninguna impresión
más allá de la normal. Mientras la mayoría de asistentes esperaba hacer algún tipo
de relación, que condujera a cerrar algún negocio con productoras o
distribuidoras de cine, Adolfo, ya venía a firmar por tercera vez, la
exhibición de su trabajo, en el canal cultural Señal Colombia. Como una especie de regla de comportamiento, Adolfo
se aleja del frente de las cámaras y prefiere pasar desapercibido. Concentrándose
en su deseo de contar historias, desde atrás, aprovecha su visita a la capital
para encontrar alguna locación en la casa de un colega. Mientras conversa con
alguien, la forma de tomar la copa de vino en el bufé para los participantes,
lo decía todo. Él es una persona fuera de los esquemas. No pertenece a la gente
de protocolos, ni se mide en el juego de las apariencias. Lo que define a
Adolfo para mí, trasciende el mero velo de lo artificial, aunque muchas de sus
obras audiovisuales estén hartas de elementos irreales, en extremo ficticios; en
completo contraste con su persona.
Fue después, en el marco de la Cátedra de la Cinemateca Distrital,
cuando logré apreciar con más detenimiento, el aporte de este realizador al
cine colombiano. Es un autor que hace su trabajo, como lo dice él mismo, por la
rentabilidad que le pueda representar. Pero al mismo tiempo, uno le observa
distante de la ostentosidad. Una persona
interesante por su sinceridad y que mide sus palabras rasas, para decir lo que
piensa.
Claro que Adolfo tiene una especie de filtro
cuando se le pregunta directamente por su identidad. Para él resulta muy
difícil responder quién es. Dice que no le interesa recibir el título de
director ni de productor, que simplemente es un hombre con cámara y amigos. Cataloga
sus películas como una especie de hobby para deleite propio; con la diferencia
de que logra venderlas a través de una distribuidora y tiene un público al que
le gusta su estilo. Es la manera de resumirse a sí mismo.
Adolfo X conoce muy bien el recorrido histórico de
la tecnología del video en Colombia y como influyó en su trabajo,
específicamente experimental. Creo que para un experto cameraman, lejos de
todas las pretensiones autorales, de Ars gratia artis, conversar con él,
es hablar con un colega.
La estética de Adolfo X es fiel a la idea de que
su trabajo pueda generar la rentabilidad suficiente para hacer la siguiente película.
Sus elementos principales en Mountruöx, (la
primera serie de este concepto) son: El
sexo, la belleza y los lujos. Elementos que lastiman la sensibilidad de muchas
personas, quienes se podrían considerar sus detractores; pero finalmente dejan
ver, que ha logrado vender una expresión propia que se mantiene. Lo cual, no
difiere, de la opinión de un director y productor completamente alejado de su
perspectiva, como lo es Oscar Ruiz Navia
(El vuelco del cangrejo y La sirga), quien en Detrás de cámaras de
La sirga, opina que: “un proyecto a
nivel de rentabilidad es bueno, en la medida en que ese proyecto te lleve a
otro y así (sucesivamente)”.
Adolfo acabó con la distribución de sus películas
a través de intermediarios. Lo cual dice él, le quitaba mucha parte del
porcentaje y logra finalmente, realizar negocio directo con el canal Señal Colombia. Y agrega, que logró
negociar la exhibición de las películas Término
Fijo, cuya temática gira en torno a
la mafia de Medellín y Noche Sin Tiempo,
historia de terror basada en un acontecimiento real y de
la cual en coproducción con el canal Mi
Cinema, actualmente dirige un remake con una calidad superior, mejores
actores y en full HD.
Actualmente como proveedor institucional, ha
logrado abrir brecha para otras de sus producciones como: Inmortal, Holly House y Criminal.
La situación personal, el contexto cultural masivo
y de recursos, cuando comenzó sus experimentos, eran contrarios a su manera de
ver las cosas: “Medellín para esa época de finales de los noventa y principios
de los dos mil, era una ciudad de magazines, hablando de contenidos en la
televisión regional; y yo, tenía la pasión por contar historias, casi desde el
corazón”. Dice Adolfo X. Quien no contaba con ningún tipo de formación
académica en el audiovisual. Además de hacer los llamados, la edición y la
cámara, de sus propios trabajos, este hombre orquesta, se convirtió en un buen
negociante; logrando hacer canjes y conseguir patrocinios. Para Criminal, una de sus últimas
producciones y ganadora del primer premio en el festival FICPA -Selección
oficial BOGOCINE 2013, logró mantener un presupuesto de cinco millones de
pesos. Mountruöx costó un millón de
pesos. A la hora de la realización Adolfo no piensa en romanticismos. Planea
proyectos posibles, con ventas posibles. Opina que la mayoría de películas colombianas que se exhiben en las grandes
superficies se hunden en taquilla. No vislumbra llegar a la pantalla grande.
Piensa en películas para exhibir en televisión. Sus películas se han vendido
además en Ecuador, Guatemala y Argentina. Adolfo se sorprende de que en el
Japón también se ven, subtituladas, claro está; y se ríe contándolo.
Entre dos mil cinco y dos mil seis, época en la
que admite retomó su labor después de un receso de aproximadamente cinco años,
en la realización seria de sus propuestas; se dio un espacio para realizar otro
tipo de negocios que le resultaron más rentables, ya que para entonces, se
especulaba mucho con el HD y el HDV en su opinión, resultó ser un formato
desastroso.
Su reactivación en la realización, se debe a la
actual coyuntura tecnológica en los formatos, es decir a la aparición de la
línea de las cámaras DSLR (Digital Single Lens Reflex) en el mundo
del video y su facilidad de lograr intercambio de lentes; contando con que los
elementos accesorios son más económicos en el mercado y la portabilidad de este
tipo de herramientas, en comparación con el cine de alta, es mucho
más económica en todo aspecto. Su meta
actual es producir tres películas por año. Y en el BAM (Bogotá Audiovisual Market) 2013, retomó de nuevo la
distribución por terceros, firmando
con una compañía. Adquiriendo trato con países como España y Miami, para sus “películas
baratas” y “cine de Clase B”, como el suele llamarlo.
Adolfo X, dice que no consideró las becas del
Ministerio de Cultura, sumándole a esto que no existía Ley de cine.
Simplemente, consideró que tener una cámara era ya tener el capital para contar
historias… Solo faltaba la edición.
Al conocer la necesidad de historias de ficción, y
que éstas, tenían como requerimiento de duración los veinticuatro minutos, para
televisión, se dedicó a darle vida a un cómic de su propia autoría. Ese cine
hecho de “toda la basura de los ochenta y que metimos en una licuadora”, como
decía uno de los productores de su reducido equipo de trabajo.
El apalancamiento llegó cuando en el Festival de Cine de Cartagena, ganó el
premio SKY. Quince millones de pesos,
que le dieron la oportunidad de seguir contando historias. Entonces, logró vender los capítulos a canales
independientes, los que después agrupó y convirtió en largometrajes. Así nació
y se desarrolló su personaje más emblemático: Mountruöx. Dice de él que es tan plástico, que se puede vender y
reutilizar, para ser vendido de nuevo, como en un ciclo de reciclaje. Entonces
tomó la decisión de doblar las voces de esos capítulos, para que no tuvieran
modismos y poderlo mover en Latinoamérica. Dice que fue muy criticado en
Colombia por tratar de hacer un cliché americano, pero que fue precisamente ese
cliché lo que lo mantuvo.
Cuando habla de su estética En las tres primeras
películas de Mountruöx, afirma que
las condiciones propias de su trabajo y recursos eran tan precarias, que para
lograr una atmósfera visual nocturna, optó por desbalancear la cámara, hablando
del balance de blancos. Cosa que cambió en una de las últimas partes de la
saga, llamada Inmortal, donde
predominan los verdes, y aspecto que
también pudo manejar a su antojo en Criminal,
gracias a la tecnología DSLR. Añade
que aprovecha al máximo las luces naturales y su rebote. No le estorban los
claro oscuros ni las siluetas. Defiende su propuesta diciendo que lo natural es
así.
Sus propuestas, son amadas u odiadas. Ejemplo de
esto son las discusiones alrededor de sus películas que se forman en las escuelas
de cine de Medellín y en las redes sociales en internet, que para la época de
sus inicios no eran tan prolíficas y tantas, como ahora. Estaban en un contexto
muy diferente al actual.
Pero a la academia le queda tiempo para poner de
ejemplo sobre lo que NO se debe hacer, el trabajo del realizador antioqueño. Él
cuenta que esos mismos estudiantes que critican de manera fuerte y negativa su
trabajo, son los mismos que luego le piden trabajo y espacio para sus prácticas
de pregrado. No le avergüenza reconocer que del cine que supone todo realizador
o estudiante de medios audiovisuales debe ver, no ha visto mucho. No ha visto Los cuatrocientos golpes; tampoco, El perro andaluz; ni siquiera, Odisea 2001;
entre muchas otras. Afirma que
agradece haber empezado al contrario, que “la ignorancia es atrevida”. Que si
hubiera sido así, no habría logrado lo que hasta hoy ha conseguido.
Guste o no guste el cine de este multifuncional personaje, por lo menos se debe tener su tipo de trabajo no sólo de producción sino de rentabilidad, además es un director que como en muchos otros países, sus películas baratas y sin una formación académica, tienen más éxito que las aclamadas por la crítica, caso exacto del cine ecuatoriano - qu es se refleja en el documental ficcionado Más allá del Mall - o en Nigeria; finalmente es válido el trabajo de Adolfo X.
ResponderEliminarSeñor Aros, puntos en común. :) Los dos nombrados, rentabilidad y éxito de sus propuestas.
ResponderEliminar