Por Juan
Camilo Álvarez
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Juan Camilo Álvares en la sesión del 18 de agosto de 2016 |
Las obras auto-referenciales,
las de Álbum Familiar y aquellas que parten del diario audiovisual tienen algo
en común: la búsqueda de un ausente, la recuperación de la memoria y la re-significación
de un sujeto en constante transformación.
Por lo general, el
Álbum Familiar, de carácter intimista y de variabilidad tanto en estilos como
en relatos, le apuesta a unaspotencias creativas, basadas en diálogos
introspectivos, la creación de una puesta en situación que media con el
dispositivo, la imagen de archivo, la animación y lo textual.
En estas obras
el director resuelve algo en torno a su vida mediado por el proceso audiovisual.
Las historias lo ubican frente al relato e incluso de forma directa al
espectador. Su voz, su cuerpo, sus gestos con la cámara, harían pensar en un
tipo de películas de autor o de un cine intimista que solo logra expresar al
sujeto mediando con su registro. No obstante, se va más allá de la categoría de
lo autobiográfico, almanifestarnecesidades universales como el trabajar sobre
la ausencia de un ser querido, la búsqueda de sus raíces, la relación con
padres y familiares; a indagar sobre ¿Quién soy yo?, ¿De dónde vengo?, ¿Cuál es
el resultado de mi generación, de mi tiempo, de la época que estoy viviendo? ya
establecer el presente de las relaciones que surgen en torno a un núcleo social
determinado.
Las películas de
Álbum Familiar, determinan que no solo a partir de la historia del sujeto
existen temas personales sino que se valida con un testimonio que tiene
elocuencia con el de muchos, con el de “ese otro” que también se encuentra en
una búsqueda de su estado interior, que analiza su tiempo histórico, sus
relaciones con un mundo globalizado y en el cual el sujeto en sí mismo se
muestra como una parte de esa memoria histórica.
La memoria,
entonces, se inscribe como un mecanismo de recuperación del pasado, reflexionado
y repensado desde lo documental, del diario como mecanismo de catarsis, del encuentro
consigo mismo a partir de la escritura, de la experiencia frente a un espejo
(el dispositivo) o de una memoria emotiva de construcción temporal, cargada de
una serie de simbolismos. Particularmente en estos relatos de familia, las
estrategias discursivas median con todo tipo de archivo, la inclusión de la
animación como motor de la reconstrucción de eventos pasados que no tienen
imágenes, los audios que fueron registrados desde todo tipo de dispositivos, la
técnica del collage, las fotografías, los textos, las cartas, los dibujos, se
presentan como los materiales para experimentar dichas búsquedas en el tiempo.
Sumado a estas estrategias (de mediación y representación documental) le siguen
la importancia tanto de la generación de una puesta en escena como una puesta
en situación, de la intervención de la voz que se registra con todo tipo de dispositivos
(análogo o digital) trabajando igualmente las imágenes con varias nociones de
montaje.
Las
búsquedas sobre el ausente proponen para el Álbum Familiar una serie de retos, entre
ellos, ir más allá de la reconstrucción de los hechos a partir del dramatizado
o de la entrevista planteada como una forma para hablar de “ese otro” que ya no
está. En este sentido, las películas actualizan la discusión de
lo sucedido en un presente y median con la escritura audiovisual para poder
encontrar sentimientos, emociones y todo tipo de identificaciones para con el
espectador.
Sus experiencias
trabajan por restablecer un relato que funciona sobre lo intuitivo, lo
espontáneo. Muchas veces no hay un guion pautado, no hay un hilo conductor y
mucho menos un final ideal, sumándose la carga de un material que se articula
tras varios años en el montaje. Las películas se construyen entorno a un viaje
interior,planteado como apuesta para encontrar lo que es querido o al ir
buscando sobre el camino eso que aún no está del todo definido.
A bordo de un
barco o superando las adversidades de un sujeto que ahora se somete a la
condición de un migrante latinoamericano en suelo extranjero, delimitan en
cierto sentido las preocupaciones a las cuales el mundo establece qué es lo que
estas personas vienen a encontrar aquí o en ninguna parte. Los límites de esa
búsqueda interior, pueden asumirse a veces de forma individual o colectiva,
pero siempre en ellos existen este tipo de relatos mediados por un sujeto que
debe afrontar su propio camino.En ciertos momentos, las preguntas planteadas no
son resueltas, máxime cuando sólo se busca a aquel ausente desconocido o del
que no se ha tenido noticia alguna por años o cuando las relaciones cercanas
entre padre e hija, entre bisabuela y tías cambien radicalmente los propósitos
por los que fue necesaria encontrar una o varias respuestas.
Se observa
entonces, que a partir de la experiencia con el Álbum Familiar y con el diario
audiovisual, cada película busca su estética, busca en el realizador una
técnica que pasa por el auto-registro, la exposición atemporal del cuerpo, su
voz, sus pensamientos, emociones y declaraciones que son vitales para su estado
transitorio y para su insistente reflexión sobre sí, los otros y el mundo que
le rodea.
En términos de
evidenciar de qué forma estos relatos de familia han impactado en la producción
actual colombiana, los tres casos a continuación presentados, las obras y sus
realizadoras, hacen parte de una cinematografía reciente, que no solo dialoga
con la necesidad de un cine auto-referencial en Colombia, sino a su vez, develan
una serie de particularidades, con las cuales entender tanto sus mecanismos de
producción como su impacto en el espectador.
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Juan Camilo Álvares en la sesión del 18 de agosto de 2016 |
En
el Gloria (2008…) Dir. María Catalina Sandoval
La película de esta realizadora captura el sueño de una hija que viaja con su padre a bordo del buque Gloria, símbolo representativo del país y en el cual la realizadora ha construido un mundo, un imaginario al lado de su padre navegante.
El proyecto aun
sin terminar, inicia en 2008 y hasta hoy día se construye, como un dialogo de
la realizadora con un padre que ya no está, puesel padre fallece a causa de una
enfermedad en el momento en el que los planes para cumplir la travesíaya eran
un hecho. Este acontecimiento replantea por completo la experiencia, pues
ahora, a bordo del buque, María Catalina reconstruye por sí sola su experiencia
de viaje, que no solo parte con la ausencia de aquel que ya no está sino con su
deseo por descubrir la vida del navegante, aquella que en algún momento fue
transmitida por su padre y que muchas veces fue vivida a la distancia.
La escritura es
un acto significativo en todo el proceso creativo, pues la película se construye
a partir de conjugar “el diario”como parte de la investigación y el registro de
experiencias a bordo. De esta manera el texto escrito que a su vez vincula
dibujos, es el anclaje de todas las vivencias en el pasado y con el presente en
el buque, funcionando en este sentido, como un intermediario ante el silencio,
ante la ausencia de un ser querido que ya no puede dar respuestas a tantas
preguntaspero que produce diferentes niveles de pensamiento.
Vemos entonces
que el viaje es una apuesta por el reconocimiento de aquel que fue su motor de
aventuras. María Catalina expresa “el
barco es mi padre” (Sandoval, 2016), y esto se
observa cuando en los Teaser (que son cuatro realizados hasta el momento), se
evidencia la importancia de capturar los momentos antes, durante y después de
su travesía “En El Gloria”, que
marcan el camino de su experiencia y reconstruyen a un padre y a un esposo
enamorado, que solo vemos en los registros de archivo: Audio, video y cartas,
realizados por este en sus travesías a bordo del buque desde los años 70´s y en
otros registros familiares. En esos registros aparece María Catalina como una
pequeña que no solo entorpece el punto de vista sobre lo que el padre
registraba, sino también, la sensación de una relación padre e hija medida por
el dispositivo.
De esta relación
nace la importancia de cada uno de los momentos y de la necesidad de una exploración
con el video reflejada en el paso prontamente del Hi-8, de la imagen de VHS al
dispositivo digital, la cámara Cibershot, la cámara Go-pro y que es asumida por
la realizadora ya que “el trabajo con el
archivo define mi diario, mi experiencia a bordo y en términos de cómo lo
menciona Bergson en su texto “memoria y vida”, los recuerdos (mis recuerdos)
son reinventados en el presente (Sandoval, 2016)”, motivo por el
cual, lo que se tiene allí, es una reestructuración de la materialidad de la
imagen, que no solo es trabajada por capas, sino a su vez, mezclada con la
animación. También le proceden diferentes efectos de postproducción, donde
ahora la imagen fija se mezcla con la imagen en movimiento, operando tanto en
la técnica del re-encuadre, la yuxtaposición y el dialogo continuo entre los
registros, pues proceden de un mismo lugar (el buque) emplazando las figuras de
padre e hija en el mismo encuadre, en el mismo lugar del buque.
De esta forma el
archivo hace referencia no solo a un lugar íntimo de donde proceden esas
experiencias ahora representadas, sino también se convierten en todo un
ejercicio de documentación de una situación emocional muy íntima que pasa al
“otro” (el espectador), haciéndola significativa tanto por el lugar de donde
proceden (la memoria) como del objeto/lugar donde se re-presentan (el buque).
De hecho, para
la realización del film, un equipo de trabajo se encargó de registrar a la
realizadora y las diferentes situaciones del día a día a bordo en El Gloria. Al respecto María Catalina
identifica que “estos otros” y sus registros “funcionan como un ojo externo que también es interesante para verme a
mí dentro del espacio y el tiempo”(Sandoval, 2016), un registro que
es seguido de cerca por el impulso de la escritura del diario mientras se
navega y que luego hace parte del guion y de la estructura del montaje para la
película.
Esta travesía
que inicia en el 2008, que se desarrolla a partir de dos embarques, sesenta
días de viaje y más de doscientas horas de grabación, propone que no solo está
el interés por la experiencia con ese ausente, sino a su vez, la determinación
de una película en la cual no solo el personaje se construye tras la cámara,
sino también de forma variable en otra estéticas como la instalación. En el Gloria, es un proyecto que parte
de la memoria y su significación en el tiempo (del padre y la realizadora) en
el antes, durante y después de los embarques, para luego pasar a otro tipo de experiencias
ya no solo desde el diario y el audiovisual sino a partir del documental
interactivo, propuesta que busca que la historia personal pase a serla de un
padre que podría ser reconstruido a partir de archivos manipulados desde el
computador.
Looking
For… (2012) Dir. Andrea Said
“…yo sentía que tenía una ausencia y necesitaba llenar esa ausencia con algo” (Said, 2016). Con esta propuesta parte la película de Andrea Said, film que tuvo un proceso de creación de 10 años y que no sólo es la experiencia de buscar un padre que nunca conoció, sino que refleja la situación del migrante, ya que tras reunir algunos hallazgos sobre el posible paradero de su padre, decide viajar a Londres. Y es justo en este punto donde el espectador se ve reflejado, pues lo personal se vuelve colectivo en la medida en que este tipo de situaciones (de búsqueda de un padre o de familiares a la distancia) son un escenario complejo que discute las relaciones humanas actuales, cada vez más desnaturalizadas y vividas a la distancia.
Andrea Said
(2016), define así su experiencia en tierras ajenas: “Empiezo a entender los temas universales de la película. La búsqueda
es algo universal, la ausencia aparece allí y se identifica con la de muchos
que están en esa misma situación”.Bajo esta afirmación, no solo está la
conciencia de que se trabaja por una historia individual y su búsqueda en
concreto, sino que la historia y el sujeto quien la cuenta, se convierten en un
portavoz de muchas experiencias similares.
Llama la
atención en la película la construcción del personaje (Andrea) y del sujeto (padre).
Andrea se muestra en principio como una adolescente y a partir de la relación
con el film, sus pensamientos, sus viajes y vivencias lejos de Colombia,
significan que no solo se transforma su ideal sino su fin; No obstante, la
construcción del sujeto en la película es lo que más inquieta a la realizadora,
pues al no tener la certeza de su encuentro “lo
más importante era ver la conexión de “los otros” con ese personaje” (Said, 2016),más que al
personaje en sí.
De esta manera
surge la expectativa por tomar la cámara, preguntarse si este u otro u aquel
hombre que registra es el padre. Tomar la rutina de la grabación, caminar,
pasear, viajar por una ciudad sin fin, al encuentro de un rostro, de una
palabra, de algo que signifique que los hallazgos van a producir algo en
concreto.
Mientras esto
ocurre, Andrea participa y hace válida su búsqueda desde diferentes estrategias
discursivas: Por un lado interpela en varias ocasiones a su madre en búsqueda
de algún detalle sobre su padre llegando incluso al retrato hablado, y por el
otro,procura un reconocimiento directo desde buscar en cada rostro de aspecto
pakistaní algún signo de su padre, o dirigirse a un antiguo apartamento para
buscar alguna señal que le permita acercase a él, sin tener la certeza que continúe
en Londres o si ya ha fallecido.
Se identifica a
lo largo del film a una persona que recae en las torpezas y las equivocaciones.
Cada acción que se genera en torno a la búsqueda, que trabaja por reconocer al
ausente, por hacerlo vivo, por auto-representarlo a partir del imaginario, del
dispositivo, del registro, se genera más dolor, pero al mismo tiempo, ayuda a
cerrar el tema y la película misma. Se acude a la rotoscopia para trabajar en
esas imágenes-recuerdo de la madre y su relación en condición de migrante con
este hombre pakistaní. Se acude de nuevo a la misma técnica, cuando hay
detalles que no tienen un registro visual ni sonoro y al cual se intercede a
partir de la voz de la madre.
A partir del
montaje de la película en el cual transcurren largos procesos de retoma y distancia
con el material (Said, 2016), afirma que: “Este tipo de películas son películas que
tiene su propio tiempo, el del registro y el de la experiencia, que son
retomados una y otra vez durante todo el proceso de filmación y construcción
del discurso.” Y es que retomar la experiencia con ese ausente a partir del
montaje, ya es otra cosa, es otro ciclo que ya no responde a lo vital sino a un
evento que prevalece en la memoria, en la experiencia de una relación paterna
sin presente.
Todo este proceso
de montaje asumido de forma individual, se somete luego a los ojos y
sensibilidad de un montajista, proceso que no solo funciona para ver las
diferentes respuesta que el film puede provocar al espectador sino a su vez y
en palabras de Andrea Said (2016) para…”hacer
un ejercicio de mirarse a la distancia, ver a esa persona hecha de otra
forma”…“La persona que estaba grabado era muy diferente a la persona que estaba
hoy montando” y en ese sentido se acuden a las estrategias de la
recuperación del archivo, articulando las diversas experiencias a partir de la
voz, una voz que no solo procede para ilustrar las imágenes, explicar los
acontecimientos o referirse a los sentimientos de ese entonces, sino como lo
dice Andrea: “parapararme en el presente
y ver lo que se estaba construyendo".
El proceso de
una película de diario, de viaje, de reconocimiento de ese ausente, pasa
primero por unos temas preponderantes, para luego determinar las secuencias que
van aparte de esas experiencias. La estrategia que usa Andrea es: “recordar que me pasaba cuando estaba
haciendo eso,el antes y el ahora que lo reviso conforme ha sido vivido. Es lo que yo recordaba que me generaba… sobre
todo en términos de las emociones”.
Durante este
proceso se retoman los escritos, las notas, los episodios consignados en forma
de diario que vuelven al montaje para articular dichas emociones, para retomar,
evidenciar el producto de aquellos momentos y equilibrar el paso del tiempo,
sus significaciones.
En términos de
su recepción, la película ha sorteado varios festivales. Muestras en Nueva
York, Francia, Inglaterra, reúnen a una cantidad de espectadores que no solo
supone la presencia de colombianos. Si bien la película no fue dirigida
expresamente a este tipo de público “migrante”, la historia logra que la gente
se conecte de manera diferente, pues “…la
gente se conecta desde lo emocional”. Sin llegar a decir que es una película
que va puramente hacia lo femenino, este es un gran público, al igual que los
latinos que se tocan mucho con esto” (Said, 2016).
Tratándose de
una película de diario, de una experiencia tan íntima que se vuelve universal,
la película sortea muestras paralelas tanto en Europa como en Latinoamérica,
haciendo diversa su lectura. Si bien el europeo es diferente y no es tan
emocional, encuentra un dialogo posible con la historia e incluso preguntan a
Andrea ¿Para qué hace eso? ¿Por qué le
interesa mostrar su vida? ¿Por qué mostrar algo tan íntimo?
“La
película no estaba pensada para eso” (Said, 2016), no estaba pensada para los festivales, pero de
a poco, y bajo las muestras se van conociendo rutas, productores, gente
interesada para que la película se muestre y de a poco, sin plantear una ruta
de exhibición, la película logra mostrarse, tratando de establecer desde esa
figura del productor, hacia donde debe ir la película, cuales son los espacios
grandes o pequeños donde podría mostrarse.
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Conversatorio de Juan Camilo Álvarez y la directora de Inés, Memorias de una vida, Luisa Sossa, en la sesión del 27 de agosto de 2016 |
Inés,
memorias de una vida (2013) Dir. Luisa Sossa
En el caso de
esta película la función del diario, lo auto-referencial y la exposición del
sujeto ante el dispositivo cambian drásticamente. Luisa no habla de su vida, no
trata de establecer para el espectador alguna conexión en torno a la
experiencia individual. Esta habla desu bisabuela Inés (nacida en 1906), quien
deja una herencia poco común: La historia su vida consignada en diez cuadernos,
memorias que hablan sobre una mujer sumida en un tortuoso matrimonio con un
hombre que nunca amó y que solo respondió al compromiso con episodios de
violencia, humillaciones y traiciones.
No obstante, Los
escritos recuperados, son retomados por la directora con la significación de
darles una voz, un cuerpo, una oportunidad para ser discutidos. Discusión que
tomó cinco años poder ser establecida como proyecto documental y tal como lo
afirma (Sossa, Entrevistas Ficci, 2014):“buscando la otra cara de la moneda, pues no quería quedarme con esa
visión de la víctima” (Sossa, 2016)“En el diario se
habla de mucho dolor, mucho sufrimiento, y me surgió la necesidad de no dejar
eso guardado por más años, porque lo que paso con mi familia es que cada
familia recibió esos diarios y los guardó y nunca más se volvió hablar del
tema, nadie se enteró. Y yo creo que lo que Inés hizo era muy valiente y no
quería que eso se quedara ahí. Entonces, mi única herramienta era el
audiovisual. Mi reacción fue no dejarla guardada y algo debía hacer”.
La película
plantea a Luisa como portavoz de los escritos para ir descubriendo a Inés como
una ausente que tiene mucho por decir. Con solo siete de los veinte hijos de este matrimonio, Luisa recupera la
noción de su bisabuela. Su labor está en darle una nueva interpretación a estos
acontecimientos, dándoles voz a varios de los hijos como testimonios vivos de
la historia. También está la duda ¿De
dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Qué ha pasado con mi familia antes? ¿Qué son todos
esos pesos que traigo? (Sossa, Entrevistas Ficci, 2014)Preguntas que recaen
en situaciones particulares del diario, de la auto-referencialidad, que son
ahora detonadas desde unos escritos producidos dos generaciones atrás. Es la
película en este sentido, una mediación con ese ausente recuperado. “La película se construye a partir de estos
dos personajes que eran mis ausentes, mi bisabuelo y mi bisabuela y también
estaban mis imaginarios, que sabía que quería retratar de cierta forma.” (Sossa, 2016).
Para
lograr re-definir la historia de Inés, la estrategia planteadaes el uso de la puesta
en escena, algunos audios y múltiples elementos de archivo familiar, que
permiten que el dispositivo sea asumido de múltiples
formas: por un lado, Luisa se constituye como el hilo conductor de las
experiencias, los pensamientos, el estar en familia dialogando sobre este
ausente que es recordado a partir de las anécdotas. Por otro, el dispositivo
trata de asumir el nexo con el pasado, revisando los documentos, sumergiéndose
en la escritura propia de las memorias o a partir de la animación, tratando de
reconstruir algunas fotografías. Luisa sostiene que estas estrategias “buscan rescatar esas palabras y contar como
esto se sigue repitiendo desde una familia que lo vivió y cómo repercutió en su
vida” (Sossa, 2014).
En otras
oportunidades, el dispositivo es alterado, es decir, no es solo el registro el
que es mediado a partir de Luisa, sino hay otro quien la registra. En este
sentido, el desarrollo paralelo de una puesta en escena y de una puesta en
situación documental, están enfatizadas en poder plantear tanto el punto de
vista de la directora como el de la autora de las memorias. Las dos
protagonistas (Inés y Luisa) buscan revisitar los lugares familiares, la casa,
el pueblo, el billar, el bar, la carnicería, reconociendo y siguiendo los
acontecimientos, pasando del recuerdo, de la memoria emotiva, al presente en Andalucía,
Valle.
De acuerdo a las
dinámicas de la entrevista para encontrar y hacer más elocuente los
testimonios, es interesante como la película habla de ese ausente, de “ese
otro” que es recuperado a partir de las otras voces. También resulta
interesante, como desde la reconstrucción espontanea de episodios, (como el
encontrar la máquina de coser de la bisabuela) y suponer de qué manera Inés
asumía el oficio de la sastrería, propone que ese tránsito por el pasado sea
corporizado, asumido ahora desde el papel de las tías, que dialogan desde su
intervención, el cómo era Inés, su carácter, su visión de la vida.
En otra ocasión,
las tías re-construyen un momento en el cual se escucha la voz de Inés desde
una grabación de cassette, tratando de explicar a la distancia, cuál era su
experiencia en Canadá, cuáles eran sus impresiones en torno a su llegada a
Toronto. La secuencia es re-construida a partir de las fotografías y a partir
de esa voz del pasado, el de la grabación de ese tiempo y las de aquellas
mujeres (incluyendo a Luisa) quienes discuten sobre la experiencia de Inés. La
secuencia recupera en un mismo instante a las tres generaciones posibles, a
tres puntos de vista compartidos sobre el lugar de los escritos encontrados,
sobre aquella que habla en el pasado y se reafirma en el presente.
En términos de
un rodaje que supone varios días de registros y viajes entre varias ciudades de
Colombia, la dinámica propone que la película recupere de inmediato los relatos
de aquellas tías-abuelas que son fundamentales para el desarrollo del film. “Mucho de la película se escribió en rodaje,
de acuerdo a lo que pasaba, de lo que ellas me iban contando. Empecé a
entrevistarlas individualmente y en grupo y me di cuenta que no pasaba lo mismo
si las entrevistaba de a dos o de a tres o de forma individual, pues pasaban
diferentes cosas, con otras que se hicieron post montaje.” (Sossa, 2016).
En términos de
la experiencia con los diarios, con aquellos otros que reconstruyen ese
imaginario de la bisabuela, de los espacios en Andalucía, Valle y de Luisa en
el presente reflexionando sobre una época familiar aun conmovida por los
continuos episodios de violencia, la película dialoga de forma directa en el
aquí y el ahora, sobre una herencia que debe ser tenida en cuenta tanto por el
lugar de la mujer en la familia, en la sociedad, como por aquellos actos
reflexivos que ponen de manifiesto la urgencia por develar estas situaciones
para que no siganrepitiéndose en un
presente inmediato tanto en el contexto colombiano como en el de cualquier otro
lugar.
CONCLUSIONES:
Destacándose las
estrategias discursivas utilizadas, las tres películas dialogan sobre una
pregunta fundamental. El ¿quién soy yo? es desarrollado a partir de los
diferentes usos tanto en la puesta en situación como de la voz, el dispositivo
y el montaje.
En cuanto al
proceso con el diario, lo autorreferencial y el documental, el Álbum familiar
trabaja sobre las dimensiones del sujeto representado, pasando del acto de la
escritura a lo audiovisual. Las instancias del “yo” en construcción se
desarrollan en varias etapas (antes, durante y después de la experiencia). La
memoria reflexiva propone ir en búsqueda de… para re-encontrarse así mismo, las
preguntas hacia ese otro, (el ausente) terminan por cuestionar a ese “yo” en
construcción.
Existe en el
Álbum Familiar, la significación por “el objeto” relacionando al sujeto con
este en el tiempo, por ello la retoma “del barco, el buque” como objeto de
tránsito de la memoria hechapasado, hecha presente. La significación de algún
rasgo familiar ante ese padre que nunca ha estado, provoca el emplazamiento del
imaginario frente a un rostro que se desvanece tanto en la memoria como en la
propia experiencia de viaje. “el sujeto-objeto” representado a partir del
imaginario, solo es reconocible desde la ausencia. Desde otro punto de vista,
el de la familia, el ausente resignificado desde sus diarios, procura desde las
escenas re-construidas reafirmar la experiencia del ausente como un “acto en
vivo” de su pasado, pudiendo incluso visualizar en el espacio y en el presente,
que historias como estas aún siguen sin contarse, validando el papel de la
mujer, de la madre y de la esposa en la cultura colombiana, de lo hereditario
como síntoma de quienes somos.
En las tres
historias, las realizadoras asumen su posición de narrador. Su cuerpo/voz,
enfrenta no solo la validez del discurso sino sus diferentes interpretaciones,
en ocasiones, logrando afianzar como mecanismo auto-reflexivo, la necesidad del
registro de sí mismas como mediación ante el discurso.
Las estrategias
para reconocer/buscar al ausente, se establecen desde la significación del
diario como material reflexivo, cultivando en el tiempo la retoma de
experiencias personales que luego se validan bajo otras voces, aquellas que
complementan esa búsqueda fundamental por el ausente o de otras que participan
de ese ejercicio por el reconocimiento.
En algunas
oportunidades existen “esos otros” (camarógrafos) y sus registros para
construir al sujeto en tránsito. Como generalidad de ese doble registro,
también sobre el montaje existe el papel de otra mirada sobre sí, bien sea
desde el papel de un interlocutor de esa experiencia individual o desde la
mirada fija de como la realizadora se presenta durante el discurso. En esta
experiencia dentro del montaje esos ojos, esa otra persona que valida la
experiencia en el registro, supone a su vez la mirada de un espectador, por
ello la importancia de la construcción del relato temporal tras varios
ejercicios de estructura, reelaboración del relato tanto en imagen como en voz
y sonido, como de la conexión emocional que el propio material despierta tras
la experiencia de viaje.
Encontrar que lo
individual se vuelve universal, es validado por un espectador que vive de la
experiencia, en ocasiones, de forma tan cercana y evidente a como la trasmite
el sujeto desde sus registros. La búsqueda del ausente, la significación del
pasado, las relaciones familiares que encuentran lugares comunes de discusión,
son tratamientos narrativos que valoran la forma como fueron hechos en el
tiempo.
La trasmisión de
estas experiencias para el espectador, lo ponen en el lugar de un testigo y
acompañante en toda la experiencia de viaje. Le otorgan un lugar privilegiado
para dialogar con las imágenes, los sentimientos y emociones que hablan de una
historia particular tanto por la exposición del sujeto como de sus reflexiones
en torno al mundo y los contextos actuales. Valorar la estética de la escritura
audiovisual a partir del Álbum Familiar, hace de esas búsquedas en torno al
ausente, una potencia creativa que propone en ciertos sentidos ubicar
estrategias tanto para el contarse como para el identificarse.
Referencias
Said, A. (2 de Agosto de 2016). Apuntes sobre el
"yo" y su doble imagen. (J. C. Alvarez, Entrevistador).
Sandoval, M. C. (6 de Julio de 2016). Del diario al
objeto-imagen. (J. C. Alvarez, Entrevistador).
Sossa, L. (2014). Entrevistas
Ficci. (F. I. Cartagena, Entrevistador).
Sossa, L. (14 de Marzo de 2014). Inés, Memorias de una vida.
(E. Orbita, Entrevistador) Obtenido de http://www.enorbita.tv/ines marzo 24
2014.
Sossa, L. (16 de Agosto de 2016). El ausente recuperdo: Voces
e intermediaciones. (J. C. Alvarez, Entrevistador).